Y desde ahí arriba el mundo es más pequeño

No he mirado ni siquiera el reloj para saber las horas exactas que me faltan para coger un avión rumbo a Murcia, un año más. Esta vez no voy a poder coger la mano a mi acompañante en cuanto despegue, voy sola, bueno no, me acompañará el libro de "Cosas que no nos dijimos". Quiero pisar tierra distinta, mirar por la ventanilla, sacar alguna que otra foto y sobre todo y exclusivamente quiero dejar aquí el recuerdo de tu olor, hace tres semanas que no se de ti y en cambio es lo que más recuerdo. Vamos, voy a terminar la maleta, toca una semana de sol, que Santander lo único que me ha dejado ha sido varios besos de noches acabadas y lluvia, mucha lluvia.

Nadie puede pararnos

Nunca invertí en amores de una noche pero me he dado cuenta que del mismo modo que olvidamos momentos que hemos vivido, también recordamos episodios fugaces. No es cuestión de tiempo, sino de intensidades. Y lo nuestro el tiempo se lo llevó, pero ganamos a la intensidad. Te echo de menos, estés donde estés amor de verano.

Ves, esto tambien es objetivo, como tu y como yo.

El roce del pendiente de mi labio con tu lengua hace que estar contigo sea sexy, incluso más que eso. No te quites la capucha, me gustas más así, me encanta que me gustes solo por eso, eso significa que no te quiero, que estar contigo es de un cero a veinte dieciocho con dos, porque esto es objetivo, como tu y como yo, porque de verdad, si fuesemos subjetivos, no seríamos tu y yo a secas, sino más bien un nosotros que para ser objetiva, no suena demasiado bien.

Es un miedo inexplicable

Y mi mundo se rompió cuando de repente su voz cambió, en realidad no es que cambiara su voz, si no que cambio la forma con la cual me decía te quiero todas las noches. Aquella noche fue diferente a todas las demás. Me había dejado de querer y él me estaba mintiendo. Hay algo que me diferenciará de todas las demás, soy capaz de oír su corazón a tres mil kilómetros de distancia y saber que esa noche él había encontrado a alguien para tener más cerca, y yo no se lo debería impedir.

Mil historias que vivi, guardé todas en un cajón

Después de que Peter Pan me dijera que abandonara todo y nos fuésemos hacia Nunca Jamás decidí mirar por última vez aquella ventana de mi cuarto, esperando que mi camisón no me jugase una mala jugada. Era la hora de volar y en realidad quería dejarlo todo atrás aunque no quisiera buscar nada. Me convenció diciéndome que cuando vamos sin rumbo cualquier cosa es capaz de hacernos feliz. Pero en cambio él no se ha dado cuenta de que no me ha convencido por eso. Igual algún día se dará cuenta de que Wendy es capaz de volar hacía Nunca Jamás buscando nada pero teniéndolo todo.

Me sabe raro sin ti

Odiaba no entenderte y sin embargo lo que más me gustaba era saber entenderte cada día